Manifiesto Descolonicémonos: 12 de Octubre Nada Que Celebrar 2019
Cada 12 de octubre, parece que estuviéramos en un sueño extraño. Vemos aviones de combate en el cielo, desfiles militares en las avenidas, banderas en los balcones, gritos en las calles, programas en la televisión celebrando el Día de la Hispanidad, y no nos sentimos parte de esta película rancia que parece una nueva edición de Gran Hermano o el Cuento de la Criada.
Lo sentimos porque no olvidamos que el 12 de octubre de 1492 representa el inicio del mayor genocidio de la historia con más de 80 millones de seres humanos asesinados y al menos 20 millones esclavizados. 527 años después, continuamos reivindicando nuestras ancestralidades, afirmando cotidianamente la resistencia, la vida y el amor frente a las políticas de muerte y odio producidas por la colonización. Levantando la acción colectiva comunitaria como forma de organizarnos; aprendiendo y continuando el legado de los pueblos que se reconocen como parte de la Madre Tierra.
Y nos preguntan, ¿¡por qué seguir insistiendo si ya han pasado 5 siglos!? La respuesta es simple, porque este modo de colonización que pone a Europa como centro y modelo, se mantiene.
El saqueo continúa con la complicidad de las empresas extractivistas y de los Estados derivados de la colonización. Mientras, los pueblos originarios mantienen viva su forma de estar en el mundo y resisten protegiendo la naturaleza siendo acorralados, exterminados, criminalizados, ninguneados y silenciados. Ni siquiera las alarmas sobre el ecocidio en la Amazonía, Africa y Oceanía parecen servir para detener el avance de este supuesto desarrollo.
Por su parte, Europa cierra sus fronteras racistas, imponiendo leyes de inmigración inhumanas, manteniendo a nuestras hermanas que trabajan como empleadas domésticas en regímenes de esclavitud, aumentando campos de concentración mal llamados Centros de Internamiento de Extranjeros, convirtiendo el Mediterráneo en la mayor fosa común de la historia. Todo esto en el marco de una ideología machista, tránsfoba y homófoba, que sataniza la diversidad sexual presente en los pueblos originarios.
Este 12 de octubre puedes hacer como que no pasa nada o incluso celebrar el Día de la Hispanidad, dejando de lado nuestra historia y de nuestra dignidad. Desde aquí, te invitamos a acercarte a tu gente, a quienes sentimos que este es un día en el que podemos convertir el dolor en memoria, en un abrazo colectivo y en rebelión, celebrando nuestras raíces y nuestro amor por la Madre Tierra. Llamamos a cada persona a sumarse a la resistencia desde la hermandad, la comunidad y la vida.
¡Descolonicémonos! ¡12 de octubre, Nada que Celebrar!
¡Kachkaniraqmi! ¡Marichiwew!
Por todo esto, exigimos:
– Derogar la Ley 18/87 que establece el 12 de Octubre como Fiesta Nacional.
– Retiro definitivo de las estatuas de Colón y de todos los símbolos que enaltecen la colonización.
– Revisión de la política y mecanismos de control a las empresas españolas a nivel internacional, especialmente cuando operan en territorios de pueblos originarios.
– Derogación de la Ley de extranjería y de todo el cuerpo normativo racista, con especial atención al actual genocidio en el Mediterráneo.
– Revisión de los textos escolares de historia donde el genocidio y la tragedia de los pueblos originarios de América Latina, Asia, Oriente Medio y África es narrado como una hazaña heroica.
– Cierre definitivo de todos los Centros de Internamiento de Extranjeros y de todos los espacios institucionales que atentan contra la dignidad y la vida de las personas migrantes.
– Trato digno a las trabajadoras del hogar, firma y aplicación del Convenio 189 de la OIT.
– Derogación del Real Decreto 7/2018 de 27 de Julio que limita el acceso a la sanidad universal de las personas migrantes.
– Fin de los Tratados Comerciales Internacionales que favorecen el expolio de la tierra y los pueblos originarios.
– Que la Organización de Naciones Unidas (ONU) tome acciones que terminen con el asesinato de lideresas, lideres e integrantes de pueblos originarios que defienden la tierra y la biodiversidad del planeta.
– Respeto y escucha al pensamiento y legado de los pueblos originarios, a sus formas de explicarnos los mundos y su espiritualidad.
– Fin del sistema patriarcal capitalista eurocéntrico y extractivista que destruye los recursos naturales y la vida.
– Dignidad para todos los cuerpos y territorios, respeto a las diferentes expresiones del ser y sentir en el mundo, del amor y de la energía vital ante las políticas de muerte y odio.
– Un futuro de dignidad y paz para todos los pueblos en todo el mundo.